martes, 2 de febrero de 2010

Un pequeño viaje

Vagos eran los recuerdos que poseía, solo me encontré de pronto tirado en el suelo. Intentaba recordar pero había un vacio en mi mente como cuando sucede algo traumático que luego es imposible de recordar porque el cerebro te protege, bloqueando aquellos recuerdos no gratos.
Al cabo de un rato, me di por vencido, no recordaría nada por lo que decidí pararme, de pronto me di cuenta que no veía nada.

-¿Dónde estoy? -Me dije a mi mismo- ¿Hay alguien ahí?

El eco resonó, como cuando se grita en una bodega vacía, tan grande nunca me había sentido tan solo. Seguía sin recordar nada tampoco veía nada, mi vista estaba oscura, solo veía una inmensa oscuridad. De pronto, algo cambio, empecé a oler algo, un aroma, agradable.
-¿Qué es ese olor?- Seguía intentando adivinar que era- Son... ¿Rosas?...no... Es... Miel... si es miel estoy seguro...

-Sí, es Miel- Dijo alguien a mis espaldas- lo que hueles, efectivamente, es miel, pero también son rosas.

-¿Quién eres? -Dije al momento de voltearme para verlo- eres... hermoso

Y si... realmente lo era, su cara, parecía la de una muñeca tallada por el más hábil
Escultor, su cabello, dorado como el oro, le caía un poco más abajo de la barbilla, era el ser más hermoso que había visto jamás.
El no respondió mi pregunta, se limito a mirarme con una cara que refleja, una, mezcla de pena, con misericordia, y como si estuviera por hacer algo que realmente no quería.

-Realmente -comenzó a decir- no tiene importancia quien soy yo, soy solo un mensajero, has de saber que no has cumplido tu propósito mientras estabas en vida, no fuiste malo pero no eres digno de descansar en la morada de Dios, no eres digno de entrar al cielo.

Todo empezaba a tener sentido, no recordar nada, llegar a un lugar que huele bien y
Encontrarme con el ser más hermoso que había visto hasta el momento, un... Ángel...
Y además me decía, que no entraría al cielo, eso sí es una mala noticia, estoy muerto, y me iré al infierno, a sufrir por toda la eternidad, que triste destino.

-Debes irte de aquí -Dijo el ángel- tu presencia perturba el ambiente de paz y de amor que reina en este lugar, lo siento

En el momento que el ángel pronuncio esto fui cegado nuevamente, sentí como me movía a gran velocidad, sin embargo yo no me movía, algo me movía, y me llevaba a un lugar muy lejano pues el viaje duro largo rato.
De pronto, capte un nuevo olor, era un hedor, casi insoportable, como cuando uno deja un pescado en agua, y este se pudre, luego al abrir el recipiente en el que se encuentra el olor es algo insoportable, este hedor, podría haberle hecho sangrar la nariz a cualquiera y hacer que la persona menos asquienta del mundo, tuviera arcadas.

-Ese olor -comencé a decir- huele a una mescla, de azufre, putrefacción y otras muchas cosas.

Se escucho una risa, no sabía de donde provenía pero mi vista me fue dada nuevamente, pude ver grandes pedruscos rojos, lava, en un entorno totalmente obscuro, sin embargo, el ambiente no era para nada agradable, se escuchaban gritos de dolor, por todas partes, risas guturales, sonidos de látigos.
Me voltee, quizás quien se rio estuviera detrás mío como en la primera instancia con el ángel.
Lo que vi, fue prácticamente igual, y a la vez muy distinto, nuevamente un ser hermoso, sin embargo en su cara, había algo, algo que no puedo explicar, un "no sé qué", podría ser odio, o mirada de envidia antes de que yo hablara levanto la mano, para callarme.

-Hola mortal -Fue lo que dijo, su voz, al igual que sus ojos, daba miedo- ¿se puede saber que haces aquí?

-Es...-comencé a hablar pero mi vos se quebraba- es eso lo que quiero saber...

-¿Sabes donde estas no es así? -Dijo con un tono amenazador, al ver que yo no respondía, agregó- Estas en el infierno

-Pero... ¿Por qué? -Vamos, recordaba no haber sido la mejor persona del mundo, pero tampoco era tan malo- fui... ¿tan aborrecible?

-La verdad es que no - Dijo el- no tienes que estar aquí, tú tienes asuntos pendientes, sin embargo ya has visto esto y probablemente te vuelva a ver en un par de años

Rio nuevamente, luego me dijo que me largara, y fue lo que hice, volví a caer en un lugar desolado, un desierto no tenía ni idea de donde estaba, ¿quizás nuevamente en la tierra? , ¿Todo había sido un sueño?, no, no fue un sueño aun tengo el dolor en la nariz por ese asqueroso hedor, tengo que llegar a algún lugar, donde pueda averiguar cómo morí y cuál es mi asunto pendiente, no quiero volver a ese lugar, era horrible...

2 comentarios:

  1. Sorprendiendo como siempre hermano

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  2. WOW...o.o si sii tu hermano tiene toda la razon del mundoo! un hurra por el geniooo creativoo !!:D SANTII ! SANNTIIII! estamos contigo o gran genio sigue asiiii

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